lunes, 27 de mayo de 2013

Brevet de 400 kms. Algete-Fuentespina-Algete

El sábado pasado, 25 de Mayo de 2013, participé en la brevet de 400 kms organizada por el club Pueblo Nuevo de Madrid. Era la segunda prueba de 400 kms de mi vida, y en este caso con mayor desnivel acumulado que en la ocasión anterior.

Fuentespina está muy cerca de Aranda de Duero. Cuando le cuentas a alguien que has ido en bici desde Madrid hasta Aranda, pasando por las provincias de Madrid, Guadalajara, Segovia y Burgos, volviendo de nuevo a Madrid, y todo en el mismo día... por mucho que piensen que es una barbaridad, no se hace a la idea de lo largo que es un trayecto así, pedalada a pedalada. La gente mide las distancias desde su visión de conductores de coches, y unos pocos cientos de kilómetros más o menos pueden ser casi inapreciables. Pero la diferencia entre hacer 300 y 400 kms marca un "cambio de división". Como dice Benayas, la distancia de 400 kms es la primera que se puede considerar ultrafondo de verdad, porque es en la que necesariamente hay que rodar un buen rato de noche y tienes que estar preparado para diferentes circunstancias que en distancias más cortas no se dan. Teníamos un margen de 27 horas para recorrer los 400 kms, es decir, hasta las 9 de la mañana del siguiente día.

Así afrontamos esta brevets los típicos ciclistas que se dan cita en estos eventos cerca de Madrid. Apenas una treintena de forofos de la larga distancia estábamos a las 6 de la mañana en el polideportivo de Algete, antes de amanecer. En esta ocasión no vinieron mis compañeros del Pakefte y me encontré solo, dispuesto a hacer nuevos amigos de ruta. Necesitaba acumular kilómetros para preparar mi Proyecto LEL, y todavía soy demasiado novato en estas aventuras.

En los primeros kilómetros, hasta Cogolludo (km. 68), me mantuve en el pelotón principal. Como no había que sellar el carnet en este punto, algunos continuamos sin apenas parar más que para apagar las luces. Me uní a Miguel Angel y David, y un poco más adelante con algunos otros ciclistas que andaban diseminados, como Santi, Benayas y Guillermo. A ratos en pelotón y a ratos dispersos, fuimos pasando por el embalse de Alcorlo y los toboganes en dirección a Atienza, donde estaba el primer control. A continuación venía la parte más temida de la ruta, con la subida a la Sierra de la Pela (más de 1400 metros de altitud) y previsiones meteorológicas de viento en contra, ya que el recorrido viraba bruscamente al noroeste. 


Para mi desgracia, las previsiones de viento se cumplieron. Llegamos a Ayllón, donde hicimos otra parada menos corta de lo que yo hubiera querido, porque tardaron demasiado en servirnos unos bocadillos. Llegaron varios grupos de ciclistas, que decidieron no parar, y salieron por delante.

Entre Ayllón y Fuentespina nos fuimos separando. Miguel Angel y David, que estaban más fuertes, tomaron la delantera. Guillermo se quejaba de dolor en una pierna y bajó el ritmo. Me quedé solo. El viento empezó a hacerse cada vez más patente al pasar Maderuelo y subir al altiplano que separa Segovia de Burgos. Mi ritmo fue bajando, al principio imperceptiblemente, hasta que me di cuenta de que estaba muy tocado, cuando me alcanzaron unos ciclistas de Aranjuez y se pusieron a tirar de mí los últimos 10 kms hasta Fuentespina. Los ciclistas que se habían ido por delante estaban terminando de comer en el área de servicio. Me di cuenta de que necesitaba apoyo para los siguientes 200 kilómetros, y ese era el grupo bueno, así que decidí comer rápido. Me hubiera gustado tomarme un plato de pasta, pero opté por un bocadillo caliente y bollería. Engullí la comida y salí con el grupo principal para tomar el camino de vuelta. 

Otra vez estaba pedaleando con David y Miguel Angel, junto con otros ciclistas a los que veía fuertes. Por delante de nosotros sólo había un grupo, el del famoso Fran Vacas, acompañado por Manuel Morente y otro ciclista al que no conozco, todos ellos muy famosos en el mundillo randonneur. Sin embargo, el grupo se fraccionó muy rápido y no pude aguantar el ritmo. De nuevo me quedé solo, en tierra de nadie, y así volví a pasar por el embalse de Linares, junto a Maderuelo, camino de Ayllón. Sin embargo, esta vez no me importó demasiado, porque ahora el viento soplaba de espalda. Fui recuperando fuerzas y llegué a Ayllón bastante bien. Allí me reuní con José María Benayas, José María Campos y Santi, un reclinado, y formamos la grupeta con la que recorrería los últimos 150 kms de ruta. Teníamos que subir el puerto de la Sierra de la Pela, que hicimos a un ritmo cansino, disfrutando de un precioso atardecer en la zona del parque eólico. 

Mis fuerzas iban menguando por momentos, pero recuperé algo de energía gracias a un sobre de gel. Anocheció llegando a Atienza, donde cenamos (otro bocadillo) cerca de las 23 h. Nos quedaban 100 kms hasta Algete, y era noche cerrada. Lo peor fue el penetrante frío debido al viento del Norte, que no dejaba de azotarnos, aunque por suerte sólo por la espalda o lateralmente la mayor parte del tiempo. Se unió a nosotros Paco, el americano, y así recorrimos de nuevo la provincia de Guadalajara hasta El Casar. Llegamos a Algete a las 3:45 h de la madrugada, con las típicas escenas de coches que reducían drásticamente su velocidad al ver venir de frente un grupo de espectros con iluminación y reflectantes. Aunque mucha gente no se lo crea, es más seguro circular en bicicleta de noche que de día (si vas bien iluminado), simplemente porque las luces hacen que los conductores de coches extremen la precaución al encontrarse con ciclistas.

Un coche patrulla que andaba por ahí terminó escoltando la cola de la grupeta hasta el polideportivo.

Estoy muy contento con el resultado de la brevet. Llegué razonablemente entero, a pesar del desnivel acumulado (más de 3700 metros) y el viento en contra durante una buena parte de la ruta. Fueron 21:46 horas de ruta (con un margen de más de 6 horas para el cierre de control), de las que hay que descontar 2:30 horas en paradas. No está mal, aunque se puede mejorar. Media en movimiento: 21,6 km/h.


Siento que con esta brevet me he sacado el primer curso oficial de randonneur. Ahora toca graduarse en el próximo 600, el mes que viene...